​El cáncer de riñón es un crecimiento celular maligno en los riñones. Siendo el más comun el carcinoma de células claras. Los tumores malignos de riñón son muy agresivos y deben diagnosticarse lo antes posible. El único tratamiento curativo es la cirugía.

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Entre los factores de riesgo se incluyen:

• Tabaquismo

• Factores genéticos.

• Antecedentes familiares de la enfermedad.

• La enfermedad de von Hippel-Lindau que es una enfermedad hereditaria.

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El primer síntoma generalmente es la presencia de sangre en la orina.  El cáncer se disemina fácilmente, más a menudo a los pulmones y otros órganos. Otros síntomas son: Dolor en los flancos, dolor de espalda, dolor abdominal, pérdida involuntaria de peso, aspecto demacrado, delgado y desnutrido esto último en casos ya avanzados.

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El diagnóstico inicial se hace con ultrasonido de riñones y luego se confirma con una tomografía con contraste intravenoso.

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El tratamiento consiste en la extirpación quirúrgica de todo el riñón o parte de él (nefrectomía total o parcial) dependiendo el tamaño, localización y características del tumor. Esta puede ser una cirugía abierta o por laparoscopía. 

Estos tumores no son sensibles a la radioterapia ni a la quimioterapia por lo que estas opciones no son curativas, pero en casos avanzados cuando el tumor ya se extendió a otro órgano y produjo metástasis, existen medicamentos que se conocen como terapia blanco que ayudan a limitar el crecimiento del cáncer aumentando la sobrevida del paciente.

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