​Es un procedimiento quirúrgico que consiste en extraer un riñón. Entre las indicaciones para realizar esta cirugía se encuentran:

• Riñones que ya no funcionan (habitualmente secundario a piedras) y que tienen alto riesgo de complicaciones si no se retiran.

• Lesiones traumaticas renales muy severas.

• Infecciones como son abscesos renales o pielonefritis enfisematosa.

• Donador renal, se retira el riñón que se va a donar.

• Tumores renales dependiendo el tamaño y localización de estos si son muy grandes se realiza nefrectomía radical (se retira todo el riñón con la grasa perirenal y glándula suprarrenal) o en caso de tumores pequeños se realiza nefrectomía parcial (Se retira solo el tumor), salvando la mayor parte del riñón. 

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Esta cirugía se puede realizar con técnica abierta o laparoscópica, esta ultima con las ventajas de mínima invasión y una recuperación mucho mas rapida a las actividades cotidianas. La anestesia es general (paciente dormido y sin dolor) se requieren normalmente dos a tres días de estancia en el hospital y la recuperación después de la cirugía va en función a la técnica utilizada. De las principales complicaciones se encuentran el sangrado y la infección, por lo que se debe tener sangre disponible en caso de requerirse y se aplican antibióticos profilácticos.

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Si su otro riñón esta sano prácticamente se puede realizar una vida normal posterior a la cirugía, siempre siguiendo las recomendaciones y cuidados indicados por su urólogo.

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